Crónica feria de Noblejas 2014

El pasado sábado se celebró la tercera edición de la Feria de Cerveza Artesana de Noblejas, una de las citas esperadas por todos los aficionados a la buena cerveza del centro de la península. Antes de entrar en materia cervecera, comentar que la organización estuvo muy bien, el poder disponer de los autobuses para estos eventos me parece fundamental, de puerta a puerta y centrarse solamente en disfrutar. Yo ya tenía el vaso del aniversario de Cervezorama, así que no tuve que comprarlo, de todas formas costaba sólo 2 €. La gran mayoría de las cervezas estaba a 2 €, y alguna a 2.5 € y 3 €, por lo que los precios estaban realmente bien.

De comida tampoco estuvo nada mal, los bocadillos eran muy generosos y ayudaban a asentar el estómago, además de las paellas de Domus, junto con sus pizzas de masa de cerveza (en concreto creo recordar que utilizaron la Domus Summa para su elaboración). Había comida vegana y no recuerdo si algún otro puesto, pero esto yo no lo probé. Y también un punto importante, cuatro grifos en cada esquina de la plaza para limpiar los vasos entre cerveza y cerveza.

Por supuesto, allí coincidimos «los de siempre», míticos Gonzalo y Benjamín de Humulus Lupulus con los que compartí jornada de principio a fin, Andrés de Dorado y en Botella, David y Débora del Observatorio Cervecero, Jorge de Cerveriana, José de Rubias, morenas, negras… hablo de cerveza, Fran de Oh, cerveza, Álvaro de Amante del Lúpulo, los archiconocidos en el mundo entero Jorge y Rafa de Como la Birra Misma que animaron la feria con sus entrevistas y cachondeo, Susana Ramos, reportera cervecera con un proyecto muy interesante entre manos, y la mención especial a Dani de Las Cervezas de Mr Gordi, llegado desde Cádiz para la ocasión. Si me olvido de alguien lo podéis poner en los comentarios, ¡mil perdones por adelantado!

Tras la birravuelta de reconocimiento, empezamos probando la que para mi fue una de las mejores cervezas de la feria, la Hop Fiction de La Quince. Allí estaba Jacobo dándolo todo con el buen rollo que siempre transmite en cada evento. Una american pale ale muy aromática, donde el dry-hopping de lúpulo citra hace de las suyas dejándose notar los tonos cítricos y herbales. En boca entra sola, daban ganas de tomarse dos o tres seguidas, afrutada y con un amargor controlado y nada estridente.

Después pasamos a saludar a mi paisano Diego de Cotoya y probamos la nueva Idaeus, una cerveza madurada en frambuesas de cultivo ecológico de la vega del Trubia. Hubo opiniones para todos los gustos, pero el barril se acabó, así que eso supongo que es buena señal 😉 Es una cerveza con una receta sencilla a la que una vez en secundario, se le añaden las frambuesas. Con un aroma agradable, de cuerpo ligero, suave sabor a frambuesa nada empalagoso y ciertos tonos ácidos pero nada exagerados, os lo dice uno al que no le gustan nada las lambic. No es algo que me tomaría todos los días, pero sí me gustó y pronto llegarán botellas a Madrid por si queréis probarlas. También pedí la Original, una bitter para empezar a hacer hambre y comenzar la jornada de forma suave.

Pasamos por Sesma y probé la Things That Happen On A Summer Afternoon In Sesma, una «Belgian Hoppy Golden Strong Ale», que al menos a mi no me gustó, tenía un regusto que me estropeaba el trago, aunque no sabría explicarlo con datos más «técnicos», y es raro, ya que todo lo que he probado de Sesma me ha gustado.

De Guineu probé la Scooterrun, una APA de color amarillo pajizo, algo turbia y con espuma blanca que desaparecía pronto. Notas afrutadas en nariz (lúpulos Galaxy y Cascade), ligera y para beber tranquilamente gracias a sus 4.8%, me gustó. Pasamos por Laugar y como la EPA! a mi me resulta demasiado amarga, probé la Fibonatxi, una saison algo especiada y final seco, con notas de levadura, que no estaba nada mal.

Para pasar el calor de mediodía vino bien la Humulus Lupulus de La Pirata, la había probado hace poco en botella y me volvió a gustar de barril. Es cierto que es amarga y seca, pero para los 3% que tiene creo que está bastante bien, aunque hubo opiniones muy variadas entre varios que la probamos.

A media tarde el cuerpo pedía ya otras cosas y empezamos por una stout de Reptilian, la Cocoa’s Dark Side, con notas de cacao y 5%, ligera y que no me dijo gran cosa. Después de esto pasamos unas buenas risas durante la entrevista que Susana Ramos le hizo a Gonzalo (pobrecillo, pero ya llevábamos unas cuantas encima…) para la película sobre la cerveza artesana en España que esperamos ver pronto, ¡ánimo que ya os queda poco!

Y aquí vino el momento estelar de la feria, quien iba a decir que unas galletas de chocolate y nuez de la marca del Alcampo (ojo, compradas expresamente para tomar con esta cerveza, hay testigos del día anterior que lo pueden verificar :-D) iban a combinar también con la Vanilla Black Velvet 2013 de La Quince y Guineu. ¡¡Si lo sé me llevo tres cajas!!

La Vanilla 2013 estaba tremenda, muy redonda y con todo bien integrado, cacao, café, vainilla, intensa y sabrosa, otro cervezón de esta gente. La Vanilla 2014 muy rica también, se notan diferencias como aromas algo más a lúpulo, algo más afrutada, pero seguramente con unos meses más esté mucho mejor. Me gustó mucho la experiencia de poder comparar la misma cerveza de años diferentes, para los que no somos tan expertos, tener los dos vasos delante y probar a la vez nos vino muy bien.

Presente y futuro de las notas de cata, próximamente… 😉

Una cerveza que me gustó bastante también fue la Caelia El Santero, de estilo belga, dulce, de color tostado, supongo que algo inspirado en las dubel, recomendable. Más tarde pedí la Vudú de Milana, poco hay que decir de esta cerveza, es un pepino considerable y si os gustan estas cervezas no la podéis dejar pasar. También probé la Mancha Negra con «chips» de mistela de Medina, pero para mis gustos se me hizo muy fuerte. No he probado la versión «original», pero estoy seguro de que me gustaría más. Y creo recordar… que también probé la Bastard Joker de As, una Imperial IPA de 11.1% de color tostado y buena espuma color hueso, de la que no tengo mal recuerdo, pero es que a esas horas ya poco puedo decir, encima me llegó de rebote ya que yo ni la había pedido jajaja.

Y esto fue más o menos de lo que me acuerdo que pedí, porque luego ya sabéis como son estas cosas, que si déjame probar esta, que si mira que buena esta otra, y uno pierde un poco la perspectiva. Lo pasamos en grande, para qué decir otra cosa, aunque se echó de menos algo más de ambiente, por un lado no había ningún problema de esperas pero por otro se veía la plaza algo solitaria. Imagino que ya a finales de septiembre la gente esté un poco cansada de tanto ajetreo, la mayoría ya se ha dejado su dinero en las vacaciones, o muchas ferias concentradas en verano, quién sabe 🙂