Hace unos días se celebraba en el toledano pueblo de Noblejas la feria de la cerveza artesana más esperada de la zona centro, y como no podía ser de otra manera, allí que nos fuimos a pasar el día.
Una de las cosas que más me gustan de esta feria es que te llevan y te traen, sea el que sea el estado en el que vuelvas…, de puerta a puerta en autobús, así uno se olvida de coche, de horarios de transporte público, y de absolutamente todo lo que no tenga que ver con disfrutar.
En esta ocasión, y siguiendo la tónica que estoy viviendo desde este verano, me olvidé un poco de todo y simplemente fui a pasármelo bien, no llevé ni la cámara (las fotos son con el móvil). Además esta vez también se vino mi chica y dos amigas más que de unos meses para acá se apuntan a todos los saraos cerveceros posibles, así que la buena compañía estaba asegurada. Por supuesto, allí nos juntamos con buenos amigos y compañeros de faena y dimos cuenta de unas cuantas cervezas.
La primera novedad, el vaso (3 euros). Según llegué a la puerta me asusté porque empecé a ver vasos de pinta por todas partes y pensé, esto puede acabar muy mal jajajaja. Pero el vaso tenía tres medidas, 15cl, 25 cl y 47cl aproximadamente, todo un acierto poder pedir de cualquier cerveza la cantidad deseada. En mi caso, que siempre dejo las cervezas más potentes para el final, me vino muy bien poder probar alguna en la cantidad más pequeña sin volver muy perjudicado.