Así es, uno de los experimentos que quería hacer este año era el poder elaborar mi primera cerveza de baja fermentación en casa. Allá por febrero de 2018 publiqué un artículo en el hablaba de la elaboración de mi primera lager, pero fue en casa de Tomás (Pallando), con su equipo y su nevera para controlar las bajas temperaturas.
Esta vez ha sido en casa, o siendo más precisos, en el trastero. Aprovechando los días más fríos de este año, me decidí a dejar el fermentador en el trastero a una temperatura constante de unos 14 ºC, lo cual me pareció suficientemente baja temperatura como para probar una levadura lager. Tuve mis dudas y estuve a punto de usar la Nottingham de Lallemand, que siendo de la familia «ale», tolera temperaturas más bajas, pero al final me decidí por la 34/70 de Fermentis.
El tipo de cerveza, Munich Dunkel, uno de los estilos que más me gustan dentro de las cervezas de baja fermentación, y como no podía ser menos, la malta base utilizada fue malta Munich, en un porcentaje del 67%. Como acompañamiento a esta base, podría haber utilizado «pils» si hubiese tenido, pero lo que tenía a mano era Maris Otter, que no aparece en ningún sitio como una malta utilizada para este estilo, pero… tampoco tengo que justificarme ante nadie, así que más sabores tostados y a frutos secos no tienen por qué ir mal, al macerado que se fue…