Brujas

Después de la visita a la fábrica de De Halve Maan, de donde salimos encantados, pillamos un cucurucho de patatas y seguimos paseando «tranquilamente» por la ciudad. Y entrecomillo lo de tranquilamente porque había mucha gente, el sitio donde más turistas hemos visto con diferencia.

Adrian Mateos

Llevábamos algunas referencias apuntadas, pero al final sólo pasamos por la tienda 2BE y por el Brugs Beertje. Lamentablemente no podimos disfrutar de la gran terraza del primer sitio (la que se ve en la foto), ese día hacía mucho frío y no era plan de ponerse malos nada más llegar. Aunque nos cruzamos con una chica de Bilbao (o al menos eso dijo) que iba en manga corta, y que al vernos abrigarnos nos dijo entre risas que «no era para tanto», cosas que pasan en los viajes jejeje.

Por lo que finalmente acabamos en el Brugs Beertje, muy céntrico pero situado en una callejuela lo suficientemente apartada del turisteo, donde nos dio la impresión de que había bastante público local y gente que como nosotros, se llevaba la lección aprendida.

Brugs Beertje

En la primera ronda pedimos dos cervezas de barril, De Konick Ambree, una cerveza de color ámbar, de cuerpo ligero, aromas dulces y ligeramente afrutados. En boca es suave, maltosa y ligera. Para mi gusto algo flojilla. La otra fue una Basilius, de color rojizo, acaramelada, sedosa en boca y nada alcóholica. Nos gustó bastante más que la De Konick.

Brugs Beertje

Y como estábamos muy bien allí, nos pedimos una tabla de queso y salami para la segunda ronda. En este caso mi chica no quiso más experimentos y se pidió una Brugse Zot Blonde, le gusta mucho y que mejor sitio que Brujas para tomarse una bien fresca. Yo cambié de tercio y tras dejarme recomendar por la camarera, me pedí una Taras Boulba de la Brasserie de la Senne (botella), rubia y algo turbia con buena espuma blanca y duradera. Aromas más cítricos que darían paso a una cerveza más seca y lupulada, que todo dicho sea de paso, me gustó. En los días posteriores la volvería a pedir de barril, en Bruselas, y me pareció que estaba mucho más redonda (no sabría como explicarlo mejor, pero me gustó bastante más que en botella).

Al salir del bar la gente se había esfumado y nos dimos un más que agradable paseo sin tanto follón, de camino al tren que nos llevaría de vuelta a Bruselas.

4 comentarios en “Brujas

  1. Entre la ciudad, los mejillones, gofres y chocolates, al lado de De Halve Maan hay una chocolatería enana impresionante y justo enfrente unos mejillones de morirse, es uno de los sitios que más me gustaron de Bélgica. El tour de la fábrica también está muy bien, excepto las escaleras esas mortales. No me importaría volver pronto 🙂

    ¡Salud!

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