Aunque tal vez es incluso algo pronto para reseñar esta cerveza, nada me impide actualizar la entrada dentro de un par de meses, o cuando corresponda. Pero creo que tras tres meses en botella, ya es un tiempo prudencial para saber por dónde van los tiros.
Según las notas que tengo, embotellé esta Imperial Stout con 3.8 gramos por litro de azúcar de mesa, buscando una carbonatación suave. Por lo general me gustan las cervezas con baja carbonatación (salvo excepciones), y concretamente en las cervezas como estas, de cierta graduación y tragos cortos, lo agradezco bastante.
Al servirla en un vaso apropiado para el estilo, se forma una bonita capa de espuma compacta de color beige, que va a aguantar bastante bien hasta el final de los tragos. En aroma se nota bien el cacao y maltas oscuras, con ligeras notas a fruta madura (pasas) de fondo. En boca ese cacao se repite, algo más que en aroma yo creo, con buen cuerpo y sedosa al trago. He notado evolución de la primera botella (un mes embotellada) a la última que he tomado por ahora (tres meses en botella), especialmente en el amargor y redondeo de sabores. Al principio era algo más amarga de la cuenta, ahora ya parece que se va asentando y se disfruta mucho más.
Aún así, voy a intentar ser paciente con esta cerveza e intentaré seguir el ritmo de abrir una botella al mes, para que no me pase lo de otras veces, que cuando mejor está la cerveza, resulta que no me quedan casi botellas. También está además la versión con chips de roble francés, de la que tan solo tengo cinco o seis botellas, y las dejaré también para más adelante.
La receta como siempre, en la sección de recetas y en mi perfil de Homebrewer.es.
Un comentario en “Fargo, resultado de la Imperial Stout”