Crónica de la I Ciruelo Brewband Cup

Menos de dos meses han pasado desde que se anunció en las redes la convocatoria a la I Ciruelo Brewband Cup, un concurso de cerveza casera que, a diferencia de otros que también están anunciados en la sección de Concursos Homebrew, tenía de especial que eramos una banda caótica y desorganizada de cerveceros caseros los que la organizábamos 😉

Antes de contar como fue la jornada del concurso, tengo que comentar que casi un mes antes del día de la cata, tuvimos que cerrar las inscripciones por haber llegado al máximo (60 entradas), y que solamente fallaron finalmente dos o tres paquetes, por lo tanto creo que podemos hablar de un éxito rotundo de convocatoria.

International Stout Day 2018

Aquí volvemos un año más convocados por Jose Benedicto, autor del blog Mis aventuras cerveceras, a celebrar el día más oscuro del año cerveceramente hablando. Y es que como nos faltan excusas para abrir una cerveza, hemos tenido que apuntarnos a este evento para poder abrir una cerveza negra un día cualquiera… XD

El año pasado hablé de una porter que había hecho y comentaba que posiblemente para este año tuviese una Imperial Stout casera con la que celebrar el Día Internacional de la cerveza Stout, y así ha sido finalmente. Esta cerveza la elaboré en la semana de reyes de este mismo año, aprovechando los días fríos para intentar que la fermentación no se fuese a temperaturas demasiado elevadas.

Cata-Intercambio de cervezas caseras

Normalmente por estas fechas los cerveceros caseros ya estamos elaborando de forma más o menos constante, el calor del verano va quedando atrás y el mono de volver a la faena es cada vez mayor. Pero con esto del cambio climático y el calentamiento global, parece que se está alargando el asunto más de la cuenta (29 ºC mientras escribo estas líneas…), al menos para los que no tenemos una nevera donde fermentar de forma controlada.

Así que para quitar un poco el mono, qué mejor que probar las cervezas que se han ido guardando y además, compartirlas con otros cerveceros caseros para que nos den sus opiniones. Este fue el objetivo principal del evento que organicé hace unos días en La Tienda de la Cerveza, en Madrid, y que espero que podamos repetir de vez en cuando, ya que al menos yo, me lo pasé muy bien 🙂

Cata vertical de Orval

Recuerdo la primera vez que probé una Orval, fue en nuestro viaje a Bélgica de hace unos años, en una preciosa y escondida cervecería del centro de Bruselas, Au Bon Vieux Temp. Esto fue en mayo de 2014, y tras volver y beber otra botella ya en Madrid, decidí que había que comprar una más y olvidarla en el trastero, de donde fue rescatada hace unas semanas.

En ocasiones, el no tener ni idea de lo que te vas a encontrar ni saber nada acerca de sus ingredientes (por aquel entonces apenas sabía lo que era el «brett», ni tan siquiera que se usaba en esta cerveza), hace que no estés condicionado y juzgues por ti mismo, de manera objetiva, lo que tienes delante. La mayoría de la gente que me conoce sabe que mi relación con el «Brettanomyces» (brett, para los amigos) es bastante distante, he probado muy pocas cervezas fermentadas con estos «bichitos» que me gusten. Normalmente lo primero que me tira para atrás es los desagradables (para mi) aromas que desprenden las cervezas que lo llevan, sinceramente, si algo es descrito como «olor a manta de caballo» u «olor a cuadra», creo que ya poco más os tengo que contar. Pero en gustos no hay nada escrito, por supuesto 🙂